Discutiendo con prepotencia, peleando y luchando entre sí por cada cosa que sucede en el mundo, los seres humanos seguimos sin darnos cuenta que según cómo nos relacionemos con los demás , va a determinar nuestra calidad de vida, incluida nuestra salud física, mental y emocional. Si hubiera de respeto lo que hay de prepotencia en este mundo, quizás no se hubiera llegado a este virus Covid-19. O si se hubiera llegado igual, lo estaríamos viviendo, al menos, de otra manera. Tanto en los temas que la Pandemia convoca como en cualquier otro, nos olvidamos del respeto y la aceptación hacia nosotros mismos y hacia otros. Descuidamos tanto las libertades individuales, como el cumplimiento de las obligaciones, con criterio sensato, que una sociedad conlleva. Y por supuesto, omitimos que NO ES NECESARIO OFENDERSE O ENOJARSE porque otros tengan otro proceder… eso parecería materia de un posgrado inalcanzable para el ser humano. El problema más añejo, sutil y significativo que tiene una perso