Rompiendo los huevos de Pascua
Jesús fue la persona que habló del AMOR como nunca nadie lo había hecho antes. Dos mil años después seguimos sin entender. Sólo seguimos rompiendo (nos) los huevos. Que son dulces y están bien ricos para el corazón. Pero de verdad que no alcanzan. Cuánto nos falta cuidarnos, ser dulces y amorosos. Y no somos conscientes aún del mal que nos hace esta carencia de amor. Sabemos que no estamos bien pero no nos damos cuenta el por qué. Egoísmo. Indivualismo. Soledad. Y eso que somos 7500 millones pero igual... nos sentimos solos. Llenos de prejuicios y juicios que nos alejan. No respetamos ni aceptamos diferencias. Ellas son motivos de distancia. En vez de integración y amor incondicional. Nos falta tiempo, fuerza, ganas. Estamos bastante rotos. Y parece que no lo podemos decir. Nos falta un cómo estás. Cómo te puedo ayudar. Nos falta reírnos mucho más. Nos falta amor... ese que nunca pudimos descubrir. Nos falta bastante "Jesús". Felices Pascuas a nosotros, la especie "más i